miércoles, 20 de enero de 2021

Lo extraño que me pasó...

O del cómo descubrí la autoestima.

  Estaba estancada en 78 kilos hace un par de años, lavando trastes con desgana y la música más aleatoria de mi reproductor cuando me sorprendió la descarga más reciente de mi carpeta de canciones (una canción bastante ridícula que sale en una caricatura) quedando aún más sorprendida al estar bailando abiertamente en la sala; es decir, bailaba sin preocuparme por como se debía ver mi estómago, mis brazos ni siquiera el que mi blusa se levantara descubriendo mi ombligo...ahí estaba dándolo todo, sintiéndome libre de la prisión que había sido mi cuerpo desde hace años y dándome cuenta de lo fácil que me parecía ahora el sentirme cómoda, entregándome al ritmo y disfrutando de tener mi cuerpo completo.

  Ahora estoy segura de seguir contando calorías, de seguir motivándome a hacer ejercicio y de vestirme tal y como quiero sabiendo que soy la mejor versión de mi misma cada día, que no soy una talla, un número en la báscula, mi nuevo cabello corto (finalmente lo he dejado muy corto y es increíble, y pensar que tenía planeado esperar a pesar 50 kilos para hacerlo). Amo este pequeño desastre depresivo que soy, este cuerpo curvo del cual tanto renegué, esta persona que día a día trata de dar lo mejor de sí misma para ser un pelín mejor que el día anterior.

  Realmente espero con toda mi alma que ustedes puedan hacer las paces con aquello que les mortifica; los pocos avances que he podido hacer en mi cuerpo me han sido relativamente más fáciles con la ayuda del autoestima y, si bien la dismorfia vuelve de vez en cuando, puedo asegurar que soy feliz de ser yo e incluso me siento emocionada en invertir más en mi misma.

  Besos y todo mi amor.

~.L.T.B~

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